Nacido en Akasaka en 1644, es considerado el cofundador de la forma de verso japonesa haiku. Sus poemas reflejan la sencillez de su modo de vida meditativo. Impregnó muchos de sus versos con una cualidad mística y trató de expresar los grandes temas que sacuden el mundo a través de sencillas imágenes de la naturaleza. En lugar de seguir la carrera militar a la que estaba destinado, se convirtió en un vagabundo, estudiando el camino y la historia del zen y recurriendo a la poesía clásica china. Basho murió en Osaka, el 28 de noviembre de 1694.